Carisma de la Congregación SMD

Nosotras, Hermanas Siervas de María Dolorosas, somos un sarmiento de la gran viña que brotó prodigiosamente en el Sacro Monte Senario. Las primeras hermanas, de hecho, eran todas terciarias de las SS. Anunciación de Florencia. Desde allí la viña creció y se extendió por todo el mundo, en particular:en Italia en Chile, en Colombia, en India, en Hungría

Al igual que nuestros fundadores, hemos sido construidos principalmente por Nuestra Señora. Fundada en la humildad, Construido en armonía, Salvado de la pobreza, Embellecido por la pureza (LO n. 44).

Desde el principio, las hermanas se han dedicado al ejercicio de la caridad. A la educación de la infancia y la juventud, con preferencia por los más pobres y necesitados (Art. 4, constituciones).

 Nuestro estilo de vida, se puede ver en nuestro servicio educativo nos inspiramos constantemente en Santa María, Madre y Sierva del Señor:

  • Como Ella, humilde Sierva del Señor, cultivamos los valores evangélicos de la sencillez y de la sobriedad para construir nuestra existencia sobre sólidos fundamentos humanos y cristianos. De Ella, Madre de la Misericordia, aprendemos el inmenso valor del perdón, único camino para construir una comunidad que viva cada día en la reconciliación y en la paz.
  • Como Ella, Virgen Sabia, nos ponemos cada día en la escuela del Señor para aprender la «verdadera sabiduría» y gozar de las alegrías de la vida, en los pequeños y grandes acontecimientos de cada día.
  • Inspirándonos en Ella, Madre amorosa, acogemos a cada persona como un don precioso y nos comprometemos con su desarrollo armónico e integral.
  • Como Ella, Virgen del Magníficat, nos ponemos con predilección al servicio de los más débiles y de los más pobres.
  • Con Ella, Madre de los Apóstoles, nos comprometemos a vivir la comunión fraterna, en la oración, en la escucha de la Palabra de Dios, en la fracción del pan, en el compartir aspiraciones, actividades y bienes.
  • De Ella, Mujer paciente, aprendemos el arte de acoger lo inacabado, de saber esperar los tiempos misteriosos de Dios y del hombre, como el agricultor que vela por el crecimiento de la semilla, ofreciendo con constante generosidad el esfuerzo de su trabajo.
  •  Con Ella, Madre Dolorosa, queremos estar al pie de las infinitas cruces, para traerte consuelo y cooperación redentora (p. 18, Don recibido y transmitido).
  • En 1938, la Congregación, gracias al ardor apostólico de la Superiora General Madre M. Eleonora Giorgi, extendió su servicio apostólico a Chile, la primera de las misiones en el extranjero. En 1973 la Congregación inició su presencia en Colombia, en 1988 en la India y en 1991 en Hungría. El Instituto cuenta hoy con numerosas comunidades en Italia y en el extranjero.

Las Hermanas Siervas de María SS. Las Adoradas continúan en la Iglesia ofreciendo su servicio de amor en la educación de los niños y de los jóvenes, en la asistencia a los enfermos y a los ancianos; Se hacen disponibles allí donde hay consuelo y ayuda que ofrecer, allí donde hay sufrimiento que compartir y aliviar… con María y como María al pie de las infinitas cruces en las que Cristo está todavía crucificado.

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